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¿Usted quiere que al nadar en una alberca ya no
le ardan los ojos, tenga comezón o problemas en
vías respiratorios y desea minimizar los olores
desagradables que le quitan la diversión a la natación?
Entonces el armonizador de albercas de memon® es la
solución correcta: el agua de su alberca se libera
de las oscilaciones de información nociva y desplaza
el nivel de energía al área pluspolar de
la luz solar natural. Esto tiene como efecto que la estructura
de la energía del agua puede igualarse nuevamente
al agua de manantial. Los gérmenes y las algas
ya no tienen una base para su desarrollo y el agua se
vuelve agradablemente vital y suave. Los medios antibacteriales
como por ejemplo el cloro pueden utilizarse ya en forma
reducida o eliminarse por completo. Las formaciones de
cal se reducen, lo que protege la instalación de
filtros y las tuberías. La natación en las
albercas es nuevamente una diversión, porque los
ojos, la piel y las mucosas ya no estarán tan irritadas
o secas y la protección de la piel permanece intacto
por mucho tiempo.
¡Goce de una diversión sin complicaciones
con la tecnología del medio ambiente memon®!
La solución: el armonizador
de albercas memon®
Aquí
puede acceder directamente al análisis del agua
de albercas en albercas al aire libre
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Nadar
- ¿una diversión pura?
¿Quién no goza, en la mañana, nadar
sus carriles? ¿O visitar en días calurosos
con la familia la alberca, o encontrar paz y relajación
en una sauna o una tina de hidromasaje? El agua se ocupa
de la armonía, el bienestar y la relajación
- cualidades que ya han sido reconocidas y que se aplican
en muchas terapias de agua en forma exitosa. Sin embargo,
muchas veces tenemos que aceptar a cambio ardor de ojos,
mucosas irritadas, comezón y mucho más. Las
reacciones del organismo humano a los aditamentos químicos,
que cada vez se introducen en porcentajes más altos
al agua, como por ejemplo el cloro (en el diccionario se
define como un gas venenoso, el cual se une a casi todos
los elementos).
Albercas
- ¿una diversión que debe sopesarse?
En balnearios públicos está prescrito que
debe añadirse al agua por ejemplo cloro como sustancia
desinfectante. Esto logra que se maten gérmenes
y se prevengan las enfermedades infecciosas. En este proceso
el cloro reacciona con el agua de la alberca que contiene
sudor, cabellos o escamas. De esta manera surgen las así
llamadas cloraminas y trihalogenometanos, a los cuales
pertenece también el cloroformo.
¿Qué
es el gas de cloro?
El gas de cloro es un gas que surge debajo del agua y
que se escapa a través de la superficie del agua.
Se absorbe el gas principalmente a través de los
pulmones, pero también a través de la piel.
Los residuos de gas de cloro son comprobables en la sangre.
Las dosis altas pueden conducir a un malestar, mareo,
irritación y tos y problemas de respiración.
Además se sospecha que son generadores de cáncer.
Según un estudio realizado por Greenpeace se comprobó
una concentración más alta de cloro en la
sangre de nadadores frecuentes. De esta manera los trihalogenometanos
representan un riesgo elevado para la salud en nadadores
frecuentes y también en los cuidadores de balnearios.
Sin embargo, en Alemania aún no existen valores
límites prescritos. En un "reglamento acerca
de albercas para nadar y para bañarse" planeado,
se pretenden determinar los valores de control para trihalogenometanos
y cloraminas. Este reglamento dice que el valor de la
cloramina no debe ser más de 0.2 mg de cloramina
por litro y el valor del trihalogenometano (medido en
cloroformo) no debe sobrepasar los 0.02 mg/l. Las albercas
que en el futuro no cumplan con estos valores límite
tendrán que ser reestructuradas en el lapso de
5 años.
Los balnearios al aire libre no se verán afectados
por este reglamento
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